viernes, 8 de junio de 2012

Canción triste del 11-M

http://blogs.libertaddigital.com/enigmas-del-11-m/cancion-triste-del-11m-11335/

La Audiencia Provincial de Madrid ha decidido que hay que investigar el posible falso testimonio de las dos testigos protegidas que sirvieron para incriminar a Jamal Zougham, el único condenado por la autoría material de la masacre del 11-M.

Normalmente, debería constituir una buena noticia que la Justicia decida investigar los más que evidentes indicios de que alguien compró a dos testigos para contar al menos con un autor material del 11-M que presentar a la opinión pública. Lo que pasa es que esa noticia llega justo al día siguiente de que la Fiscalía cierre en falso las investigaciones acerca del foco de explosión del 11-M que fue ocultado durante ocho años.

Es imposible, por tanto, sustraerse a la sospecha de que lo que se intenta con ello es dar una de cal y otra de arena; de que se pretende, tan solo, entreabrir una puerta después de haber cerrado otra de un portazo; de que tan solo se quiere que las víctimas del 11-M sigan albergando falsas esperanzas de que en España hay Justicia.

Ahora, la misma juez que rechazó, contra toda lógica jurídica, la querella de Jamal Zougham, tendrá que obedecer las instrucciones de la Audiencia Provincial de Madrid y hacer como que investiga. Pero permítanme dudar de que quien no se sonrojó al rechazar de forma tan burda la querella, vaya a sonrojarse dentro de algunas semanas, cuando decida volver a dar carpetazo a las investigaciones, tras haber efectuado una instrucción de aliño.

Conseguiremos con la instrucción de esa querella algunos nuevos datos, sí. La declaración de esas presuntas testigos falsas dará mucho juego, por supuesto. Y las demás diligencias que se le acepten a la defensa de Jamal Zougham quizá nos permitan añadir alguna pieza al puzle aquí o allá. Pero permítanme dudar de que la querella termine prosperando. Al final, cualquier subterfugio jurídico valdrá para decir que no existió delito en esas testigos; o que de existir ese delito, ya habría prescrito. Y se dará carpetazo a esas investigaciones, como se han yugulado las investigaciones de la juez Coro Cillán o como se ha cerrado, por la puerta de atrás, la investigación sobre la ocultación de los restos de uno de los focos de explosión del 11-M.

No estamos en un juego donde la lógica o la razón sirvan para ganar. Estamos, simplemente, en el borde de un abismo en el que PP y PSOE, PSOE y PP, saben que no pueden dejar que los españoles sepan qué fue lo que ocurrió el 11-M, por la sencilla razón de que aquel golpe de estado se llevaría por delante, de ser aclarado, todo el edificio corrupto en que se asienta el actual reparto del poder en España.

Y, ante esa perspectiva, ni la razón ni la lógica importan nada. Tan solo importa cegar las vías de investigación, seguir contando con el silencio cómplice o la mentira activa de tantos medios, y mantener siempre encendida, eso sí, una pequeña llamita de esperanza para que las víctimas del 11-M sigan dejando pasar el tiempo, a la espera de que un día se les haga Justicia. Una Justicia que, por supuesto, no llegará nunca de la mano de los poderes del Estado.

Y para esa tarea de ocultación y dilación lo mismo da un Cándido Conde-Dulce que un Eduardo Torres-Pumpido. No son las siglas partidistas las que determinan en qué lado de la raya se encuentra cada uno, en esta pelea entre la democracia y quienes viven desde hace décadas tutelando, pervirtiendo y depredando a esa democracia.

Tan solo una verdadera democratización de nuestro sistema político, o la súbita aparición de alguna garganta profunda, podrá evitar que el 11-M termine muriendo. Y que termine culminando ese proceso de integración del terrorismo en las estructuras del estado que tan de la mano marcha, desde hace ocho años, con las peripecias judiciales de esa masacre que nadie parece querer aclarar.

jueves, 7 de junio de 2012

Ordenan investigar a dos testigos protegidos del 11-M por falso testimonio contra Zougam

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/06/07/espana/1339064490.html

Ordenan investigar a dos testigos protegidos del 11-M por falso testimonio contra Zougam

  • Estimado un recurso de los defensores del único condenado como autor
  • EL MUNDO publicó en diciembre de 2011 varios reportajes sobre estas testigos
Jamal Zougam.

Jamal Zougam.

La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Madrid ha ordenado a la titular del juzgado de instrucción número 39 que investigue si dos ciudadanas rumanas que declararon con el estatus de testigos protegidos en el juicio del 11-M contra Jamal Zougam -el único condenado como autor de los atentados- pudieron incurrir en un delito de falso testimonio.

Los magistrados han estimado un recurso interpuesto por los defensores de Zougam contra la decisión de la juez Belén Sánchez que decidió no admitir a trámite la querella contra las testigos protegidas.

La decisión no sólo desautoriza a la instructora, sino también a la Fiscalía de Madrid, que, además de apurar al límite el plazo de prescripcióndel posible delito de falso testimonio en juicio, propugnó el rechazo de la querella.

La querella de Zougam se hace eco de "nuevas revelaciones que no pudieron ser tenidas en cuenta en el momento del enjuiciamiento de los atentados del 11-M". Esas revelaciones se refieren a la posible"confabulación" de dos testigos protegidas "con la finalidad de alcanzar ciertos beneficios personales y faltando a la verdad en las manifestaciones que realizaron en el juicio".

Para el tribunal los hechos que relata la querella "de ser ciertos, pudieran ser constitutivos de falso testimonio". El escrito de los defensores de Zougam relata "indicios que bien pudieran avalar razonablemente la verosimilitud de la apariencia delictiva de la conducta de las testigos protegidas".

La Audiencia subraya que la querella se basa en informaciones reveladas por el diario EL MUNDO que no han sido desmentidas y que deben ser "singularmente investigadas" porque la hipótesis delictiva que se relata "no es descabellada".

EL MUNDO publicó en diciembre de 2011 varios reportajes que ponían de manifiesto que dos mujeres rumanas -identificadas como C-65 y J-70-, que testificaron después de que la imagen de Zougam fuese difundida masivamente en los medios de comunicación y que, según el Tribunal Supremo, constituyen "la principal prueba de cargo" contra él, habían declarado en circunstancias extrañas que fueron ocultadas a la defensa, al juez instructor y al tribunal.

En concreto, la testigo J-70 acudió a denunciar, por primera vez en febrero de 2005 (11 meses después del atentado) que había visto a Zougam con una mochila en su vagón cuando iba acompañada de su amiga, la testigo C-65. Lo que no dijo fue que, 15 días antes, técnicos del Ministerio del Interior la habían descartado como víctima, lo que le cerraba las puertas a las indemnizaciones y a los papeles para regularizar su situación en España. Inmediatamente después de inculpar a Zougam, fue incluida en el listado de víctimas y terminó cobrando 48.000 euros.

En esos 11 meses, J-70 había comparecido ante la Comisaría General de Extranjería para pedir los papeles; ante la Dirección General de la Policía para solicitar la indemnización; ante el Consorcio de Compensación de Seguros; ante una abogada para personarse en el sumario del 11-M; ante un tribunal médico, y ante una subsecretaria de Interior. Y nunca dijo que hubiese visto a Zougam en los trenes.

Por su parte, C-65 aseguró en el juicio que viajaba con J-70. No obstante, no aclaró por qué ella declaró por primera vez el 1 de abril de 2004 y su amiga 10 meses después. La investigación de este periódico reveló que fue remitida a la Policía por el Consulado de Rumanía, adonde había acudido con otra mujer (que no era J-70) para reclamar las indemnizaciones que pagaba el Gobierno rumano. Sólo después de que a esa segunda persona se le negase el dinero, porque no aportabaninguna prueba de ser víctima del 11-M, ambas dijeron que viajaban juntas, que habían visto a un terrorista en el tren y señalaron, en un reconocimiento fotográfico que hicieron por separado, a Zougam. De esa segunda mujer nunca más se supo, pues su testimonio no trascendió al sumario.

Además, el marido de C-65 fue reconocido como víctima de otro tren y entre ambos obtuvieron cerca de 100.000 euros y la nacionalidad española. Su hermano también pidió dinero, y fue rechazado y propuesto para ser imputado por mentir.

Ninguno de estos hechos era conocido por el tribunal del 11-M. En la investigación policial no se encontró ni un solo vínculo de Zougam con la célula islamista: no hay ni una llamada telefónica con él; no hay huellas ni rastro genético suyo en la casa de Morata ni en el piso de Leganés; todos los terroristas huyeron tras el atentado, pero él siguió con su rutina habitual. Y su socio Mohamed Bakkali confesó al juez y a este diario que fue él, y no Zougam, quien vendió las tarjetas telefónicas usadas en las bombas.


#40 ¿conspiranoicos? la mayor masacre de la historia de Europa, a tres días de unas elecciones para que ganara el que ninguna encuesta decía que iba a ganar, ¿y para ti no es una conspiración, sino el devenir natural del medio ambiente, verdad? Tres trenes revientan masacrando a tres dias de las elecciones sin que nadie haya conspirado. Y lo hacen SÓLO por la guerra de Iraq, porque Alcaeda es tan justa, que lo que vino a castigar es que no había papelito de la ONU. Por Afganistán no hacen ningún atentado en España, porque como allí sí hay autorización de la ONU, eso Alcaeda lo entiende perfectamente. Y el que fuera tres días antes de unas elecciones, que 32 de los 34 inculpados fueran confidentes policiales, que se dejaran un Corán a modo de pista para que rapidito la gente no tuviera dudas del por qué y votara al PSOE, y que ninguno se inmolara en el atentado, es todo natural. No hay que investigarlo, no hay conspiración. Sólo naturaleza.

Ordenan investigar a las rumanas que declararon contra Zougam

La Audiencia de Madrid ve "indicios que bien pudieran avalar razonablemente la verosimilitud de la apariencia delictiva" de las testigos.

R.V/A.M 2012-06-07

La Audiencia Provincial de Madrid ha dado la razón a Jamal Zougam: la sección cuarta ha ordenado a la titular del juzgado de instrucción número 39 que investigue si las dos testigos protegidos C-65 y J-70 que dijeron que habían viajado juntas en el tren y habían visto a Jamal Zougam en en el vagón que estalló en la estación de Santa Eugenia. Precisamente el foco que fue hallado por Libertad Digital en un cobertizo de la empresa Tafesa. La Fiscalía abrió una investigación tras el hallazgo, que archivó este mismo miércoles.

El tribunal ha decidido estimar el recurso que presentaron los abogados de Zougam cuando la juez instructora decidió no admitir a trámite su querella contra las dos ciudadanas rumanas, como había pedido la Fiscalía de Madrid. La decisión se produce poco antes de que el caso fuera declarado prescrito. En la querella, los abogados aportaban pruebas de las contradicciones en las que incurren las testigos, que demuestran que mintieron y que ni siquiera viajaron juntas en el tren.

En el auto, la Sección 4 de la Audiencia provincial subraya que en la querella de Zougam existen "indicios que bien pudieranavalar razonablemente la verosimilitud de la apariencia delictiva de la conducta de las querelladas".

La sala incide en "un dato de especial trascendencia que dota, prima facie de consistencia a la incriminación realizada. Se trata de la referencia de la testigo protegido C-65 ante la Autoridad consular de su país, según la cual habría estado acompañada, en el momento del atentado, por una compatriota (Florentina), que incluso la acompañaba en ese momento en la sede del Consulado; persona, supuestamente, de distinta identidad a la testigo protegido J-70".

La sala concluye que la querella debió de ser admitida, y ordena "que se abra una investigación para comprobar la realidad de los hechos denunciados (art. 299 LECRIM), a la transcendencia que los testimonios ahora controvertidos han tenido en la resolución del proceso en el que el querellante resultó condenado a una pena de prisión de extrema gravedad, con fundamento precisamente en las declaraciones que ahora se reputan falsas y cuya falsedad de resultar acreditada daría lugar al motivo de revisión".

Estos testimonios constituyen la única prueba en la que se basa la condena de Jamal Zougam, como único autor material y directo de 191 delitos de homicidio terrorista consumados y 1.856 en grado de tentativa así como dos de aborto, cuatro de estragos y pertenencia a banda armada.

Por otro lado, los periodistas del diario El Mundo que firmaron esta informaciones están siendoinvestigados por un Juzgado de Madrid después de que las ciudadanas rumanas emprendieran acciones legales contra ellos por supuestas presiones y "maniobras para desvirtuar sus testimonios".

Los argumentos de la querella

Los abogados Eduardo García Peña y Francisco Andújar, defensa de Jamal Zougam y su madre, presentaron una querella por falso testimonio contra los testigos protegidos C-65 y J-70, las dos mujeres rumanas. En la querella los letrados sostienen que las testigos mintieron "conscientemente y confabuladas" y que "al menos y entre otros motivos, para obtener un beneficio económico, permisos de residencia y trabajo y, en última instancia, la nacionalidad española faltaron a la verdad en sus declaraciones afirmando, conscientes de la falsedad, que habían viajado juntas en el tren 21.713 y que habían visto a Jamal Zougam. Todo ello en la creencia de que esto les facilitaría, como de hecho así fue, obtener la condición de víctimas y acceder a las posteriores indemnizaciones y beneficios administrativos".

La testigo J-70 tardó un año en denunciar a Zougam, y lo hizo justo dos semanas después de que se desestimase por segunda vez su solicitud de ser considerada víctima y se descartase que fuera en los trenes de los atentados. En quince días se convirtió en testigo protegido y fue declarada víctima de los atentados y cobró una indemnización de 48.000 euros.

Cuando se le tomó declaración a la testigo C-65 aseguró que iba con una mujer en el tren, y en el juicio dijo que iba con otra distinta. Para 'identificar' a Zougam dio tres versiones distintas: primero le aseguró a la Policia que se fijó en Zougam porque tuvo un incidente al cambiar de vagón, a Del Olmo le dijo que éste le había "rozado", a Bermúdez que la había "desplazado", y a El Mundo que él se giró y entonces fue cuando le vio la cara. La fotografía del marroquí había sido difundida masivamente días antes. También declaró que le cayó encima un cadáver. Algo harto imposible, dado que en su vagón -el quinto- no hubo muertos, y tampoco heridos graves. Esta mujer y y su marido consiguieron la nacionalidad española y casi 100.000 euros de indemnización.

"Que me explique Torres-Dulce qué entiende por ocultación"


EL PERITO ANTONIO IGLESIAS, EN ESRADIO

"Que me explique Torres-Dulce qué entiende por ocultación"

El perito Antonio Iglesias ha valorado la decisión de la Fiscalía de dar carpetazo a la investigación del 11-M.

    LIBERTAD DIGITAL 2012-06-07

    Antonio Iglesias, uno de los peritos independientes que participó en la pericial de los explosivos del 11-M, ha sido entrevistado por los servicios informativos de esRadio, donde ha valorado el carpetazo a la investigación.

    Iglesias se ha dirigido al Fiscal General del Estado y ha dicho que "con todo el respeto le diría al señor Torres-Dulce que si no ve en esto ocultación, que me explique qué entiende por ocultación".

    El perito explicó que esta ocultación "viene a añadirse a los entorpecimientos y zancadillas que los peritos independientes hemos sufrido a lo largo de la realización de la pericia ordenada por el juez Gómez Bermúdez".

    Iglesias consideró que la decisión de dar carpetazo a la investigación "está en línea con lo que viene haciendo el sistema en torno al 11-M" aunque sí reconoció que "sí había atisbado una ligera esperanza cuando fue nombrado Torres-Dulce, pero a los pocos días cuando vino a decir ‘cuando dije digo, digo Diego’....".

    miércoles, 6 de junio de 2012

    Cerrar el 11-M como sea

    http://www.libertaddigital.com/nacional/2012-06-06/cerrar-el-11-m-como-sea-1276460599/


    E s c á n d a l o

    El propio Fiscal General del Estado manifestaba hoy mismo, en una entrevista con la agencia EFE, que "está perfectamente detallada la cadena de custodia" de esos restos y que se ha procedido a comunicar la localización de esos restos al Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, "simplemente para que tenga noticia el juez de su existencia y de que están debidamente custodiados".

    Lo cual plantea una interesante paradoja: si "los órganos judiciales de la instrucción de la causa y del enjuiciamiento fueron informados en su momento" de la existencia de esos restos (como afirma la Fiscalía de Madrid), ¿por qué el Fiscal General del Estado ha considerado ahora necesario informar a la Audiencia Nacional de la localización de esos restos, "para que tenga noticia el juez de su existencia"?

    O la Audiencia Nacional conocía la existencia de esos restos (en cuyo caso informarla ahora de su existencia es absurdo) o no conocía su existencia, en cuyo caso no es verdad lo que dice la Fiscalía de Madrid.

    Pero las manifestaciones del Fiscal General del Estado y del Fiscal Jefe de Madrid presentan otras contradicciones curiosas:

    • Si es verdad, como afirma Eduardo Torres-Dulce, que "está perfectamente detallada la cadena de custodia" de esos restos, ¿por qué la información correspondiente no figura en el sumario ni en el rollo de sala del 11-M? ¿Por qué el Fiscal General del Estado no hace públicos los documentos acreditativos de esa cadena de custodia, para que la opinión pública los conozca?
    • Si es verdad, como afirma la Fiscalía de Madrid, que el juez Del Olmo y el juez Gómez Bermúdez estaban informados de la existencia de esos restos, ¿por qué no dejaron constancia esos jueces del hecho, ni durante la instrucción de la causa, ni durante el juicio? ¿Por qué se ocultaron esos restos a los peritos encargados de determinar qué estalló el 11-M? ¿Por qué se ocultaron también esos restos a los abogados de acusaciones y defensas?


    Gabriel Moris: "Seguiré clamando justicia por mucho que la justicia se me niegue"


    Sobre las afirmaciones de la Fiscalía, que sostiene que no hubo ocultación, Moris ha recordado que durante la pericial, la Policía científica "nos dijo concretamente que los trenes habían sido fundidos" cuando reclamaron tomar muestras directamente de los focos.

    También ha recordado cómo durante las investigaciones de la juez Coro Cillán "se puso de manifiesto que los Tedax de Madrid habían cogido una cantidad muy importante de muestras debidamente referenciadas" y "curiosamente estas muestras se perdieron" en el traslado a la unidad central de Tedax.